miércoles, 26 de octubre de 2016

En la ciudad callada y sola mi voz despierta una 

profunda resonancia. 



Mientras la noche va creciendo pronuncio un 

nombre y este nombre me acompaña. 



La soledad es poderosa pero sucumbe ante mi voz 

enamorada. 



No puede haber nada tan fuerte como una voz 

cuando esa voz es la del alma. 



En el sonido con que suena siento el sonido de 

una música lejana. 



Y en la energía remota que la mueve siento el calor de 

una remota llamarada. 



Porque mi voz es una chispa de aquella hoguera 

que eterniza lo que abrasa. 



Para poblar este desierto me basta y sobra con 

decir una palabra. 



El dulce nombre que pronuncio para poblar este 

desierto es el de Laura. 



Francisco Luis Bernárdez 

Poema en audio: La ciudad sin Laura de Francisco Luis Bernárdez por Francisco Luis Bernárdez (en español) y Victoria Ocampo (en francés)